En la tarde del 11 de noviembre de 1556 , el emperador Carlos V, acompañado por su séquito, dejaba atrás las tierras de la actual Castilla para internarse en Extremadura tras pasar el histórico Puerto de Tornavacas.

Procedente de El Barco de Ávila, llegó a Tornavacas ya siendo de noche y en esta villa, perteneciente entonces a los Álvarez de Toledo (rama de los Condes de Oropesa), se detuvo a pernoctar. Al día siguiente, el 12 de noviembre, reanudó su camino hacia La Vera, llegando en este mismo día a Jarandilla, lugar en el que permaneció unos meses, alojado en el castillo-palacio de los Condes de Oropesa, hasta retirarse definitivamente en el Monasterio de Yuste .

Tornavacas, única población del actual Valle del Jerte por la que pasó el Emperador, ha recordado el sábado 8 de novi

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