Los estudiantes de hoy sí están inspirados en otros movimientos nacionales e internacionales, pero ya no necesitan un fusil para hacer un cambio. Les basta su conciencia crítica, su persistencia y la capacidad de convertir la protesta pacífica en una fuerza transformadora hacia la libertad y la democracia participativa.

En la última sesión del H. Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Sinaloa salió a relucir la palabra “enfermos” para referirse a un grupo de universitarios. De inmediato, esa expresión evocó uno de los episodios más intensos en la historia de la institución rosalina.

Entre 1972 y 1978, un grupo estudiantil de la UAS se autonombró precisamente así: “Los enfermos”. Eran jóvenes radicales que compartían el sueño de una revolución social. Lo que para sus adversar

See Full Page