La historia comenzó en un campo del departamento de Soriano, Uruguay, donde Agustín Eugui, un productor rural, encontró entre los pastos la camiseta homenaje a Miguel Ángel Russo que Boca había soltado al cielo en la Bombonera. El hallazgo, fortuito y cargado de simbolismo, terminó con un emotivo encuentro con Ignacio Russo, hijo del histórico entrenador.

Eugui decidió entregarle la camiseta a Ignacio con la intermediación de Edinson Cavani, quien facilitó el contacto. La reacción del hijo de Russo quedó registrada en una entrevista con el Canal de Boca:

“Perdón que no pueda hablar, es muy fuerte porque es una señal de la vida que sigue estando acá entre nosotros. Cuando me la entregó se me puso la piel de gallina. La quería ver y la quería tener”, expresó conmovido.

Del otro lado, el p

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