Fotos: TN

Las inundaciones que se extienden desde hace nueve meses sobre una amplia franja del centro bonaerense configuraron un escenario que, para las bases de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), dejó de ser una urgencia circunstancial para transformarse en una amenaza estructural.

El fenómeno, que no muestra señales de retroceder, expuso la fragilidad de una infraestructura hidráulica inconclusa y reactivó reclamos que la entidad sostiene desde hace años ante autoridades municipales, provinciales y nacionales.

Según estimaciones elaboradas a partir de imágenes satelitales tomadas entre el 11 y el 13 de noviembre, en la cuenca del río Salado —un territorio de unas 17 millones de hectáreas— se detectaron 2 millones de hectáreas inundadas o aneg

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