Pachuca.– Cada mañana, Carlos Valdez inicia su jornada antes de las siete. Vive en los fraccionamientos del sur de Pachuca y, aunque su trabajo está a poco más de nueve kilómetros, el trayecto en Tuzobús puede extenderse hasta una hora. De regreso, la historia empeora; los tiempos de espera se duplican y puede llegar a casa hasta las ocho de la noche.

“El de ida es un poco más fluido, pero de regreso luego es el problema porque puedes pasar hasta 20, 30 minutos esperando en la estación a que pase un autobús de regreso… esto a mí me genera molestia, andar un poco de malas, estar estresado porque aparte vas todo amontonado”, relató a .

Como Carlos, miles de pachuqueños enfrentan cada día los retrasos, el sobrecupo y la falta de mantenimiento en el sistema de transporte público subsi

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