Estaban prácticamente en silencio y ninguno sonreía de manera espontánea. El sabor amargo se sentía la noche del domingo entre los principales dirigentes de Chile Vamos que llegaron -junto a Evelyn Matthei- a la sede del Partido Republicano para darle su apoyo a José Antonio Kast de cara a la segunda vuelta.

Y es que ningún presidente de partido del bloque tenía motivos para celebrar, y eso se notaba en las expresiones de los distintos personeros, quienes con incomodidad se posicionaron rodeando el podio que estaba ubicado en el lugar, donde Matthei entregó sus declaraciones.

El diagnóstico en el bloque es uno: el resultado del 16-N fue un sismo para la derecha tradicional. La candidatura presidencial de Matthei, que por meses fue la favorita en los sondeos, terminó relegada al quinto lu

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