El 17 de noviembre, las autoridades confirmaron la presencia de narcobloqueos y quema de vehículos en las carreteras de Michoacán, que se extendieron a Guanajuato. Esto llevó a un operativo especial para prevenir la entrada de delincuentes al estado. La Secretaría de Seguridad y Paz de Guanajuato, en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y fuerzas de seguridad municipal, desplegó un dispositivo en la zona limítrofe con Michoacán.
El operativo logró despejar rápidamente dos puntos afectados por bloqueos y vehículos incendiados en la carretera federal 90, que conecta Pénjamo (Guanajuato) y La Piedad (Michoacán). El primer incidente se registró cerca de la Tequilera Real de Pénjamo, y el segundo en la comunidad de Laguna de Cortés. En ambos casos, los vehículos fueron incendiados para obstaculizar el paso en la vía federal. Las autoridades informaron que ambos puntos quedaron despejados, evitando mayores afectaciones al tránsito local.
Sin embargo, un nuevo intento de bloqueo se produjo en el tramo de la comunidad San Rafael de la Maraña, en la misma carretera. Durante la intervención de las fuerzas de seguridad, sujetos armados abrieron fuego contra la policía municipal de Pénjamo. Afortunadamente, no se reportaron heridos, aunque la unidad policial sufrió daños materiales. Los presuntos responsables huyeron del lugar tras el ataque.
Las acciones policiales continúan en la zona para localizar y detener a los responsables de estos actos violentos. La Fiscalía General del Estado también se trasladó al área para llevar a cabo investigaciones. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) mantiene vigilancia en el estado y comunicación constante con las autoridades de Michoacán para garantizar la seguridad de los habitantes de la región.
La SSP ha hecho un llamado a la población para que reporte de manera anónima cualquier actividad sospechosa, habilitando el número 089 para denuncias ciudadanas relacionadas con estos delitos.
En Michoacán, se registró un enfrentamiento en las cercanías del cerro de la Cantera en Pátzcuaro, donde elementos del Ejército Mexicano fueron atacados por civiles armados. Según fuentes, los soldados realizaban patrullajes en la región cuando fueron sorprendidos por el fuego enemigo. Este incidente dejó un militar herido y dos civiles fallecidos, y se considera un detonante de los narcobloqueos perpetrados por presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación en la zona.

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