El agravio por la inseguridad, la corrupción y las profundas desigualdades que se viven todos los días en México es real. Muy real. La mayoría de los mexicanos se sienten inseguros, desconfían del sistema de justicia y viven con constante temor a ser víctimas del crimen.

No sería difícil movilizar a los mexicanos alrededor de una agenda de seguridad, pero la oposición no da una. Y no dan una porque de fondo creen que somos estúpidos y que pueden engañarnos.

La marcha de este sábado lo demostró con claridad.

Quienes convocaron oficialmente a la marcha, en vez de hacerlo desde la honestidad, la transparencia y el respeto al agravio colectivo, lo hicieron desde la mentira y el engaño. Inventándose la idea absurda de que la marcha era organizada por jóvenes de la Generación Z, sin tomarse s

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