Todos lo sabemos:

Hugo López-Gatell terminó en un hazmerreír.

Con gran premio pese a la presunción de cargar con la muerte de más de 800 mil mexicanos, según cálculos de un comité independiente de especialistas.

Ahora está premiado con un cargo sin justificación diplomática ante la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la cual desobedeció en la pandemia de Covid-19.

En condiciones diferentes, ahora hay un funcionario acaso con gran poder pero a la vez con cuestionamientos por no tener en orden el abasto de medicamentos.

Es Eduardo Clark García, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud a quien el gobierno actual ha encomendado la compra para el sistema público.

No tiene la libertad de López-Gatell ni ha tendido un manto de protección contra el contagio presidenci

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