La Selección Española afronta el último partido de la fase de clasificación al Mundial de 2026 en un escenario poco habitual: con el pase prácticamente asegurado y con la posibilidad de rubricar una campaña continental que, estadísticamente, está entre las más sólidas de su historia reciente. El duelo frente a Turquía en Sevilla no es una final estricta, pero sí un encuentro cargado de simbolismo. Marca la oportunidad de sellar matemáticamente el billete mundialista , defender un liderazgo incuestionable en su grupo y prolongar una racha de fiabilidad que ha instalado a la Roja en cifras de récord.

España ha ido sorteando cada compromiso con autoridad y, salvo un 0-7 a favor de Turquía, el equipo de Luis de la Fuente estará el próximo verano en Estados Unidos, México y Canadá . Sin

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