Por primera vez en más de cien años, los socialdemócratas de Dinamarca podrían perder el control de Copenhague . Lo que hasta hace poco parecía impensable, como es la caída de una hegemonía ininterrumpida desde 1938, se ha convertido en un escenario plausible según diversas encuestas, en un clima marcado por el desgaste del gobierno nacional y la fragmentación de la izquierda.

Este martes, Dinamarca celebra elecciones municipales y regionales, y las tensiones internas de la centroizquierda coinciden con un ascenso notable de fuerzas alternativas y de discursos más duros sobre inmigración, temas que históricamente habían sido capitalizados por la extrema derecha pero que el Ejecutivo de Mette Frederiksen adoptó parcialmente en los últimos años.

Los socialdemócratas han gobernado l

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