En casi cualquier escuela la escena se repite: un zape en la nuca “de cariño”, un empujón en el pasillo, un apodo que arranca carcajadas, un video a escondidas que después circula en Close Friends. Cuando alguien se queja, la respuesta llega automática:
—No exageres.
—Es cotorreo.
—Así nos llevamos.
Ese “así nos llevamos” funciona como tapadera perfecta. Lo que dicen ser un juego muchas veces ya es violencia disfrazada de chiste.
La teoría lo dice bonito: Bourdieu habla de violencia simbólica para nombrar esas agresiones que parecen inofensivas, pero ordenan quién manda y quién obedece. El apodo sobre el cuerpo, el barrio, la apariencia o la sexualidad no es solo humor; define quién está arriba y quién queda abajo sin que nadie diga “te estoy agrediendo”.
En el salón esto se vuelve r

El Diario de Chihuahua

El Diario de Juárez
Prensa Latina
La Silla Rota
El Grafico
Cover Media
Raw Story
VARIETY
People Top Story