Pese a la volatilidad electoral y las tensiones cambiarias de octubre, el Gobierno encadenó la sexta baja consecutiva de la deuda consolidada, apoyado en el superávit fiscal, la recapitalización del Banco Central y la desaceleración inflacionaria.
Octubre fue un mes atípico para el mercado financiero argentino. La campaña electoral, sumada a las dudas sobre el rumbo “el día después”, generó episodios de fuerte volatilidad en los tipos de cambio y cuestionamientos sobre la capacidad de repago de los compromisos públicos. Aun así, el Gobierno registró la sexta caída consecutiva de la deuda consolidada entre la Administración Central y el Banco Central, según informe de la Secretaría de Finanzas.
En octubre, las operaciones de deuda totalizaron u$s33.889 millones, con u$s13.477 millones en

SEPRIN

HUARPE
La Nueva
AlterNet
Tribune Chronicle Sports