Perder un pendiente bajo el sofá, una pieza diminuta que se cuela en una rendija o un tornillo que desaparece detrás de un mueble puede convertir una tarde normal en una misión imposible. La mayoría de las veces terminamos moviendo muebles, rebuscando con una linterna o barriendo a tientas , sin demasiada esperanza de encontrar nada.
Pocos saben que existe un truco casero, tan simple como ingenioso, que combina dos elementos que nadie relacionaría: la aspiradora y un simple calcetín. Juntos permiten recuperar objetos diminutos con una precisión sorprendente, sin desmontar el aparato ni ensuciarse las manos.
Por qué funciona
El procedimiento empieza retirando el cabezal del tubo de la aspiradora para dejar la boca de la manguera totalmente accesible. Sobre ella se coloca un calcet

El Periódico de Aragón

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