El rally del precio del oro ha reactivado el debate sobre el papel del metal como activo refugio, en un contexto donde su comportamiento se ha alejado del patrón defensivo que históricamente lo caracterizaba.

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Un informe de Deutsche Bank muestra que, desde 2020, el oro ha mostrado correlaciones positivas más frecuentes con el S&P 500, debilitando su utilidad como cobertura ante caídas en los mercados bursátiles.

Aunque sigue cumpliendo una función como diversificador en el largo plazo, su rol táctico en periodos de estrés financiero se ha vuelto menos efectivo.

Este cambio ha impactado el comportamiento de los inversores institucionales, especialmente en el segmento de ETF. Michael Hsueh,

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