Conducir siempre es una actividad peligrosa a la que hay que tener respeto, que no miedo, porque un accidente puede tener consecuencias trágicas . A los riesgos de la elevada velocidad , de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas , de circular con sueño , de que haya complicaciones meteorológicas , de que las carreteras se encuentren en mal estado , de que se cruce un animal y un largo etcétera se ha sumado en las últimas décadas el peligro de utilizar el teléfono móvil al volante .
Porque aunque se trate de pocos segundos, desviar la vista de la carretera para mirar quién nos ha escrito un whatsapp o qué notificación nos ha llegado, o para responder un mensaje , puede suponer que avancemos decenas de metros sin ver lo que ocurre a nuestro alrededor

Deia
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