Lindsay Lohan dejó algo claro, durante el lanzamiento de 'Freakier Friday' ('Otro viernes de locos') en Disney+: la estrella que marcó a generaciones está de regreso, pero no es la misma. El nuevo filme, que es la segunda parte del clásico 'Freaky Friday' ('Un viernes d locos', 2003), no solo la reúne nuevamente con Jamie Lee Curtis, sino que retrata a una Lohan más madura, consciente de lo que significa el éxito y del peso emocional de reencontrarse con un personaje que marcó su carrera hace más de dos décadas. Y, sobre todo, una artista que ha encontrado en la maternidad la brújula que le faltaba.
Lohan aparece en pantalla desde Dubái con una voz ligeramente ronca y una sonrisa que delata cansancio feliz: ha pasado la tarde en la piscina con su hijo. Ese detalle, doméstico y luminoso, e

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