La posibilidad de que Estados Unidos modifique las sedes del Mundial 2026 volvió a generar tensión política luego de que el presidente Donald Trump advirtiera que podría pedir a la FIFA el traslado de partidos desde ciudades gobernadas por demócratas si considera que enfrentan altos índices de criminalidad o falta de cooperación con el Gobierno federal. La declaración, realizada en la Oficina Oval junto al presidente de la FIFA Gianni Infantino, reavivó el choque entre la Casa Blanca y varias autoridades locales.

Desde el inicio de su administración, Trump ha usado la seguridad pública como eje discursivo, y en esta ocasión afirmó que alcaldes y gobernadores “van a tener que comportarse” para mantener sus partidos del Mundial. Su señalamiento más directo fue hacia California, estado al qu

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