El fuego destruyó galpones, árboles y vegetación seca de por lo menos tres parcelas ubicadas en cercanías de un campo de jineteadas.

Trascendió que los propietarios de una de las charas habrían estado quemando basura a pesar que continuaba en vigencia una alerta climática decretada por el municipio.

Un descuido y el viento de regular intensidad en esta jornada motivaron que las llamas se propagaran rápidamente y tornaran incontrolables para los vecinos, hasta la llegada de bomberos.

El propio intendente Pablo Carrizo se hizo presente en el lugar para evaluar los daños, tras haber ordenado enviar camiones cisternas para reforzar la provisión de agua a las autobombas.

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