Ximena Bustamante ha denunciado un intento de entrampamiento por parte de su expareja, Miguel Ángel del Río, y el narcochofer Manuel Castañeda. Según Bustamante, esta situación busca afectar el juicio del expresidente Álvaro Uribe. Bustamante, quien tuvo una relación de pareja de ocho años con Del Río, ha afirmado que ha sido víctima de una red de tráfico de influencias. "He sido testigo de la red de tráfico de influencias que él tiene y cómo lo ha utilizado para dañarme a mí y a mi familia", declaró. La abogada explicó que tras decidir poner fin a la relación por conflictos de violencia y manipulación, Del Río comenzó a atacarla desde el contexto societario de la firma que habían creado juntos. "Siento que para el abogado Del Río simplemente fue un instrumento para dañarme y afectarme como mujer", agregó. Bustamante también mencionó que Castañeda, quien se convirtió en cliente de la oficina, la excluyó de todos los escenarios con clientes. Esto, según ella, formaba parte de una estrategia para despojarla de su trabajo y dejarla con deudas. "Tuvo que acudir a escenarios más escalofriantes como destruir mi imagen, hacer un montaje y hacerme ver ante el país como que yo tenía alianzas criminales con Diego Cadena", afirmó Bustamante. La abogada aclaró que no tiene intereses políticos en el caso de Uribe y que nunca ha sido seguidora de él. Sin embargo, la situación se complicó cuando Del Río y Castañeda planearon un entrampamiento. Bustamante relató que se sintió extrañada al ser citada a una reunión en su oficina, donde sabía que había cámaras. "Mágicamente, aparece Manuel Castañeda y se sientan en una de las oficinas que saben que tiene cámaras, que es la mía", explicó. Castañeda intentó contactarla para reunirse fuera de la oficina, lo que la llevó a sospechar de sus intenciones. "Le digo, si tú quieres hablar conmigo nos podemos ver en mi oficina, no quiero tener un encuentro sola contigo", indicó. Finalmente, Bustamante descubrió que Castañeda y Del Río tenían un vínculo cercano y que estaban recibiendo dinero por debajo de la mesa. "Miguel Ángel y Manuel Castañeda tenían planeado ser agentes provocadores del entrampamiento", concluyó. La abogada ha dejado claro que su objetivo nunca fue generar un conflicto político ni mediático, sino buscar representación legal por la violencia que ha sufrido. Este caso ha puesto de manifiesto las complejidades de las relaciones personales y profesionales, así como las implicaciones legales que pueden surgir en situaciones de conflicto. La situación sigue en desarrollo y se espera que se tomen medidas legales en respuesta a estas acusaciones.