Es uno de los grandes misterios del periodismo: cómo llegó esa foto, la más polémica de Franco , la que él jamás hubiera permitido a la redacción de una revista del corazón. La dirigía Jaime Peñafiel, que, sin dudar, decidió publicarla, a gran tamaño, en toda la portada, y en hasta tres dobles páginas en su interior. Una gran exclusiva mundial, escribían. Un documento gráfico de excepcional valor histórico que reproducimos, añadían, con "todo respeto". El escándalo estaba servido.

Se abría el debate ético y periodístico, ¿había que publicar esas fotos? La revista tenía claro que sí, porque, según ellos, confirmaban algo que intentó ocultarse, que a Franco se le intentó alargar la vida de forma artificial por intereses políticos. Los historiadores confirman ese alargamiento. Lo que otr

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