De todas las formas posibles de amar a la Patria, Nora Iniesta elige el arte. Ha tenido el privilegio de una infancia feliz y lo transmite con la sencillez y la intensidad de su propia mirada en cada una de sus obras.

Iniesta es increíblemente activa: pinta desde los cuatro años, antes, quizás, de aprender a escribir. Participaba en cada concurso de manchas que se le presentara y para su enorme placer, ganaba.

De la primaria pasó directamente a la Escuela Nacional de las Artes Manuel Belgrano y luego a la Prilidiano Pueyrredon; más tarde se especializó en técnicas de grabado en la Slade School de Fine Arts en University College de Londres.

La obra de Nora Iniesta parece la representación pura de la frase de Rainer Maria Rilke “La infancia es la patria del hombre” . Ella utiliza to

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