El asesinato del líder social y excandidato al Concejo de Chaparral, Julián Arenas, volvió a poner en evidencia la grave situación de violencia que enfrentan los defensores de derechos humanos en Colombia. El crimen ocurrió el pasado 17 de noviembre en el caserío Las Juntas, zona rural de ese municipio del sur del Tolima, cuando Arenas regresaba a su vivienda tras una jornada comunitaria.

La muerte del dirigente fue confirmada por el presidente Gustavo Petro, quien denunció públicamente el hecho a través de sus redes sociales. “Han asesinado a Julián Arenas, militante de la Unión Patriótica y del Pacto Histórico en Chaparral”, escribió el mandatario, destacando la relevancia del líder en procesos sociales y comunitarios de la región.

Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la

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