Con la llegada del calor, los mosquitos vuelven a ser un problema habitual en los hogares. Más allá de repelentes, espirales o aerosoles, existe una solución natural que puede ayudarnos a mantenerlos alejados de manera efectiva: plantar jazmín y citronella juntos. Además de repeler insectos, estas plantas llenan el aire de aromas frescos y agradables.
Por qué combinarlas
Citronella: su aroma intenso resulta insoportable para los mosquitos. Esta característica se utiliza en velas, aceites y sprays, pero tener la planta viva en casa potencia su efecto. Es fácil de cuidar y su presencia es decorativa.
Jazmín: conocido por su perfume dulce y delicado, también ayuda a repeler insectos gracias a sus compuestos naturales.
Cuando crecen cerca, ambas plantas se potencian y crean una

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