La ofensiva del gobierno estadounidense contra la inmigración ilegal alcanzó esta semana a Carolina del Norte, con efectos inmediatos. El temor se apoderó de la comunidad inmigrante en varias ciudades, y muchos reaccionaron cerrando negocios, quedándose en casa e incluso dejando de enviar a sus hijos a la escuela para evitar posibles detenciones por parte de las autoridades migratorias. Gustavo Valdés, de CNN, trae los detalles.

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