En el mapa secreto del planeta, allí donde la geografía se pliega a los caprichos de lo invisible, existen doce vórtices que los iniciados describen como ‘triángulos de energía’. Algunos arrastran siglos de leyenda -el Triángulo de las Bermudas, el Triángulo de la Muerte japonés, con el luctuoso Monte Fuji-, pero pocos poseen un nombre tan elegíacamente hermoso como el Triangle del Silenci, cuya punta occidental roza Es Vedrà y cuyo influjo, según insiste Tommy M. Jaume, impregna desde hace siglos estas Baleares de agua, sol y almendros curvados por el viento. Y es precisamente él, periodista y experto en el misterio, quien desgrana cómo lo sobrenatural continúa insinuándose en nuestras Islas con una persistencia obstinada.

Al preguntarle por el ‘caso Manises’, su mirada se afila. «Bueno,

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