Los datos son demoledores. Más de 43 millones de niños menores de 5 años sufren desnutrición aguda en el mundo. El 70% de esos menores de 5 años afectados por emaciación (la forma de desnutrición más inmediata y mortífera) viven en Asia.

Más de una cuarta parte, el 27%, viven en África, la única región donde el número de niños y niñas con retraso del crecimiento ha crecido significativamente en los últimos años. La desnutrición infantil no solo amenaza la supervivencia inmediata de la infancia, sino que también limita sus oportunidades futuras y perpetúa un ciclo de pobreza que se transmite de generación en generación.

“La desnutrición infantil es una pesada hipoteca de futuro para las nuevas generaciones. Amputando su potencial de crecimiento y desarrollo, los desnutridos de hoy se

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