De política y cosas peores
“Oh menudo sabroso, te saludo / en esta alegre y refrescante aurora / en que reclamo alientos, pues es la hora / en que tú estás cocido y yo estoy crudo”. Los anteriores versos pertenecen a un soneto escrito por Francisco L. Bernal en alabanza y loor de ese riquísimo condumio popular. Encontré dicho poema en el útil “Vocabulario sonorense”, de don Horacio Sobarzo. Solía decir Hugo L. del Río, gran periodista, admirado colega: “No hay hombre más humilde que un crudo”. Cierto tipo que sufría los funestos efectos de una tremenda resaca le suplicaba con desesperación a un médico: “¡Doctor, ando crudo! ¡Por favor opéreme!”. Y otro rezaba, hosco: “Señor: Si con la ped… te ofendo, con la cruda me sales debiendo”. (El vulgarismo “ped…” proviene del castellano “pea”, que

El Imparcial Elecciones

Marca USA
El Diario NY Entretenimiento
La Tribuna Hispana Entretenimento
Primera Hora Entretenimiento
La Vibra
Clarín Estados Unidos
CNN