La elección de 2025 hace dos semanas cristalizó cuán grande parece ser el problema de la economía y la asequibilidad para el presidente Donald Trump y el Partido Republicano.

La estrategia inicial de Trump para abordar este problema parecía ser fingir que en realidad no existía. Trump se dedicó a afirmar falsamente que los precios en realidad habían bajado, que hay “casi nada de inflación” y que todo estaba más o menos de maravilla.

Fue extraño, incluso viniendo de un presidente que a menudo parece vivir en su propia realidad alternativa cuidadosamente elaborada.

Y parece que no está funcionando.

Nuevas encuestas realizadas desde que Trump comenzó a impulsar este mensaje muestran que los estadounidenses continúan viendo las cosas de manera muy diferente a como él las presenta. Y sus op

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