La histórica consagración de Lanús en la Copa Sudamericana no solo significó un nuevo título internacional para el Granate: también generó un reordenamiento en la clasificación argentina a los certámenes continentales. Ese movimiento tuvo un beneficiado directo y con relevancia inédita: Barracas Central, que el año próximo disputará su primera copa internacional.

El equipo de Rubén Insua ocupaba el décimo puesto en la tabla anual. Como Lanús, ubicado octavo, accedió automáticamente a la Copa Libertadores por haber sido campeón, liberó su cupo original en la Sudamericana, lo que corrió la tabla y abrió la puerta para Barracas. Para el club, el logro marca un hito en su historia reciente y una de las máximas conquistas desde su llegada a Primera.

Pero el efecto dominó no terminó ahí. Indep

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