El reciente acuerdo alcanzado entre Argentina y Estados Unidos marca un punto de inflexión para nuestra inserción internacional. No se trata solo de una mejora técnica en materia arancelaria o de certificaciones: es una señal política y económica que reposiciona a nuestro país en un escenario global altamente competitivo. Y, sobre todo, es una ventana de oportunidad que debemos aprovechar con inteligencia y velocidad.

En primer lugar, este entendimiento nos coloca en una posición de privilegio frente a otros países de la región. Mientras economías de gran tamaño, como Brasil, enfrentan hoy barreras más altas para ingresar productos al mercado estadounidense, Argentina accede a un tratamiento diferencial que mejora nuestra competitividad y fortalece la percepción internacional sobre nuestr

See Full Page