ESTOCOLMO - Antes era común hablar de un "orden internacional liberal". Aunque las disposiciones institucionales que lo acompañaban no siempre eran del todo liberales, internacionales u ordenadas, la etiqueta tenía su utilidad. Después de todo, el propósito de un ideal no es describir la realidad, sino guiar el comportamiento, y durante muchas décadas, la mayoría de los países aspiraban a formar parte del orden liberal y contribuir a su desarrollo (aunque algunos prefirieran aprovecharse o jugar con el sistema).

Esos días han quedado claramente atrás. Hemos entrado en una nueva era de desorden mundial. Obviamente, el ascenso constante de China y otras economías emergentes siempre iban a suponer un reto para los acuerdos creados por las potencias occidentales tras la Segunda Guerra Mundi

See Full Page