Siete presos pesados fueron trasladados este año de cárceles cordobesas a los penales de máxima seguridad de Marcos Paz y de Ezeiza, en Buenos Aires.

Las “extradiciones” comenzaron en abril de este año y la última, doble, se hizo hace dos semanas.

Los movimientos de detenidos de “alto perfil” a establecimientos penitenciarios federales es el resultado de un convenio de “alojamiento de personas privadas de libertad de distinta jurisdicción”, que suscribieron el ministro de Justicia y Trabajo de la Provincia, Julián López, con la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich.

En todos los casos, los procesados y condenados que estaban detenidos en Córdoba fueron trasladados por disposición de la Justicia luego de evaluar los informes realizados por el área de inteligencia criminal del

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