Los fenómenos meteorológicos cada vez son más fuertes, agresivos y evolucionan a velocidades impredecibles. En cuestión de horas, tormentas tropicales se convierten en huracanes que dejan comunidades devastadas y muertes.

La DANA en España, las inundaciones en Texas o el huracán Otis en México son un ejemplo del impacto de este tipo de cataclismos —fortalecidos como parte del cambio climático —, que arrasan dejando pérdidas económicas millonarias y de vidas humanas.

El huracán Otis —que en horas evolucionó de categoría 1 a 5— fue la muestra inequívoca del impacto negativo del cambio climático: de acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica ( NOAA ) de Estados Unidos, Otis fue el huracán más poderoso del océano Pacífico que

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