Durante más de una década, el excomplejo Village Rosario —hoy Cinépolis— fue mucho más que un complejo de cines: fue un símbolo de modernidad, un imán para miles de rosarinos y uno de los polos comerciales más dinámicos de la zona oeste.

Su historia condensó el crecimiento de la ciudad, la llegada de los multicines internacionales y, también, la lenta transformación del consumo cultural. Con el relanzamiento del predio como un centro comercial a cielo abierto, su pasado vuelve a escena.

Un desembarco que marcó una época

A comienzos de los años 2000, Rosario vivió una revolución cultural y comercial. El Village fue protagonista. La ciudad nunca había visto un complejo similar: trece salas, más de 3.200 butacas, sonido surround, proyectores Christie, pantallas Mask y una oferta de

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