El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue detenido este sábado en su residencia de Brasilia después de intentar manipular la tobillera electrónica que controlaba sus movimientos durante su arresto domiciliario, vigente desde agosto. La medida, decretada por el juez del Tribunal Supremo Federal Alexandre de Moraes, se justificó por el riesgo de fuga y la necesidad de garantizar el orden público.

La reacción en las calles fue polarizada: mientras los detractores de Bolsonaro celebraron su ingreso en prisión con cánticos y marchas festivas, sus seguidores organizaron vigilias y rezos en su nombre, recitando himnos y clamando por su liberación.

Confesión del expresidente

Un video difundido por las autoridades penitenciarias muestra a Bolsonaro admitiendo que intentó manipular

See Full Page