Los diez proyectos públicos que aquí se presentan no solo fracasaron: dejaron ver improvisación, despilfarro y falta de responsabilidad que golpea el bolsillo de los bumangueses. Son iniciativas mal planificadas y peor ejecutadas que desgastaron la confianza ciudadana y hundieron a la ciudad en resultados nulos y recursos tirados a la basura.

Los primeros reveses surgieron de estudios y planes que jamás pasaron del papel. El convenio catastral, que costó $7.200 millones, generó un incremento absurdo del Predial de hasta el 200%, provocando demandas, indignación generalizada y un quiebre profundo en la credibilidad institucional.

A la lista se suma el Plan Maestro de Espacio Público, otro derroche de $1.800 millones que no logró ordenar ni un centímetro del centro: el caos urbano sigue in

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