El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó su firme oposición a la declaración final de la COP 30, celebrada en Belém de Pará, Brasil, en un extenso mensaje publicado en sus redes sociales el domingo 23 de noviembre. Este encuentro, organizado por la ONU y el Gobierno local, abordó la crisis climática y su impacto en los países del sur global. Petro considera que el documento adoptado representa una "oportunidad perdida" para combatir el calentamiento global de manera efectiva.
"Fue muy difícil para mí en las horas del final de la COP 30, y creo que tomé la decisión correcta en favor de la humanidad y de la vida, que es mi proyecto político para un nuevo progresismo en el mundo", afirmó el mandatario. En su publicación, Petro mostró su decepción por la falta de una referencia explícita a los combustibles fósiles en el texto final, una demanda que compartía con más de 80 países. El presidente buscaba que se abordara el dilema global entre la continuidad del modelo energético actual y la necesidad de una transformación radical.
Petro subrayó que "la crisis climática expresa la mayor contradicción del capitalismo" y planteó que el futuro depende de la transición hacia un "capitalismo verde". Afirmó que la descarbonización es urgente y debe ser rápida, advirtiendo que "no tenemos tiempo que perder". Criticó la ineficacia de las cumbres climáticas, sugiriendo que no deben convertirse en espectáculos, sino en asambleas de los pueblos.
El presidente también destacó el aislamiento de Colombia en las negociaciones, señalando que no esperaba que la Unión Europea y la Unión Africana dejaran a su país solo en esta lucha. "Sé que nos quedamos solos, no pensé que la Unión Europea y la Unión Africana nos dejarían solos, pero así fue", comentó. Petro enfatizó la necesidad de acelerar la transición de capitales petroleros a capitales verdes, argumentando que tanto Colombia como Latinoamérica se beneficiarían de la descarbonización.
Además, se definió como una voz discordante dentro de su propio espectro ideológico, refiriéndose a sí mismo como "una especie de disidente dentro de la izquierda". Criticó a sectores progresistas que, según él, no han asumido la urgencia de la crisis climática.
La objeción de Colombia a la declaración final de la COP 30 se basa en la omisión de un dato crucial: el 75% de la crisis climática proviene del uso de carbón, petróleo y gas. "Cada molécula de esos gases agrava el problema del calentamiento y de la crisis climática, llevándola al colapso", advirtió. Para Petro, el desafío es existencial y no admite dilaciones, concluyendo que "no hay más tiempo que perder" y que descarbonizar es una revolución necesaria para la supervivencia futura de la humanidad.

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