El tenis contemporáneo se lo disputan italianos y españoles. Cuando no son Jannik Sinner y Carlos Alcaraz quienes se apropian de un nuevo Grand Slam (entre ambos se han apuntado nueve de los diez últimos disputado), entonces son los segundos espadas quienes les cubren las espaldas.

O eso dice esta Copa Davis.

En estas finales no juegan Sinner ni Alcaraz, y tampoco Lorenzo Musetti ni Alejandro Davidovich, y sin embargo el fondo de armario de ambas academias les catapulta hacia aventuras sensacionales.

La aventura corona a los italianos (2-0, tras las victorias de Berrettini sobre Carreño y Cobolli sobre Munar), ya tienen su tercer cetro consecutivo, pero reivindica a la escuela española, hipotéticamente debilitada tras el adiós de Rafael Nadal, en realidad no tanto, visto lo visto.

(...

See Full Page