Los vinos tintos y blancos llegan siempre a los mejores aposentos del palacio del vino. Los grandes caldos del mundo son tintos o blancos. En cambio, los rosados y los claretes se quedan en los pasillos o acaso en las habitaciones más modestas. Como dice José Peñín, "¿quién puede señalar un rosado histórico? ¿Alguien puede explicar por qué no ha existido el Vegasicilia de los rosados?".
En los años 80, este tipo de vino debía ser de la última cosecha, beberlo frutoso, fresquito y nada más. "Era el complemento del catálogo de casi todas las bodegas españolas. Un vino menor, barato y, en su mayoría, con mezcla de vino tinto y blanco", escribe en su blog el creador de la Guía Peñín.
Las cosas han cambiado en los últimos años y el rosado/clarete ya no es el pariente pobre de la producción de

20 Minutos

Diario Marca Oaxaca DEPORTE
Bozeman Daily Chronicle Sports
NBC News
Newsweek Top
Raw Story
Inside Climate News