Por YEHOR KONOVALOV y EVGENIY MALOLETKA

Fosas comunes e iglesias marcadas por balas son testigos del tormento de la pasada ocupación rusa en el suburbio de Bucha, en Kiev, donde los residentes traumatizados ahora enfrentan una nueva angustia: una propuesta de paz liderada por Estados Unidos que ofrecería amnistía para los perpetradores de atrocidades.

Para los sobrevivientes de Bucha, donde cientos de ucranianos fueron asesinados en 2022, esa amnistía se percibe menos como una reconciliación y más como una fuente de desilusión.

Es un sentimiento que se siente en otras comunidades y refleja preocupaciones más amplias en toda Ucrania sobre las implicaciones de absolver a Rusia, y a sus tropas y funcionarios, de presuntos crímenes.

La Iglesia de San Andrés Apóstol del pueblo se encuentra

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