Con la disolución del primer gabinete de Petro, conformado por una coalición de fuerzas, comenzó la gazapera. Una guerra sin cuartel en la que, sin embargo, imperaba una lógica universal: Derecha e Izquierda usando a fondo su artillería y un Centro que parecía estupefacto. Sentía que era mayoría, pero no lograba descifrar cómo hacerla valer.

Aunque ese panorama sigue como música de fondo, el nuevo fenómeno ahora es el de la implosión. Dentro de cada fracción vienen estallando cargas de dinamita interna. Bello espectáculo. Como esos videos que muestran el derrumbe aparatoso de vetustos edificios en pocos segundos. Y eso se logra porque cada carga de explosivos se ha colocado en sitios específicos del armatroste.

Miremos:

Miguel Uribe complica la encuesta del Centro Democrático. Mafe Caba

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