La escena, celebrada en redes y en canchas de todo el país, sintetizó el malestar generalizado que provocó la decisión de la Asociación del Fútbol Argentino de crear —a días de terminar la temporada— un campeonato que no existía y otorgarle a Central un título que nadie sabía que estaba en juego.

Oscar Barnade, periodista especializado en historia y estadísticas del fútbol e investigador del CIHF, analizó en diálogo con AIRE un episodio que, a su juicio, “es un bochorno más, pero con una carga contemporánea que lo hace más evidente”. Según explicó, el movimiento de Estudiantes aparece como un gesto que trasciende lo deportivo y queda “al nivel de otras protestas icónicas” del fútbol argentino. Embed

Un gesto que encontró apoyo social inmediato

Barnade no se sorprendió por el malestar

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