La reciente derrota de Los Pumas ante Inglaterra por 27-23 en Twickenham ha desatado una controversia significativa. Felipe Contepomi, entrenador del equipo argentino, acusó al jugador inglés Tom Curry de agredirlo tras el encuentro. Esta situación se originó a raíz de una jugada en la que Curry lesionó a Juan Cruz Mallía, lo que llevó a un tenso intercambio en el túnel del estadio.

El incidente ocurrió a los 76 minutos del partido, cuando Curry realizó un tackle peligroso que dejó a Mallía fuera del juego debido a una lesión en la rodilla. Esto obligó a Los Pumas a finalizar el partido con solo 14 jugadores. Contepomi expresó su frustración ante la prensa, afirmando: “No sé ni por dónde empezar con esto. No hablo bien inglés, pero yo lo llamaría temerario. Ellos terminaron con 15 y ni siquiera se revisó la jugada”.

El entrenador argentino también criticó la falta de revisión del TMO (árbitro asistente de video) en la jugada que resultó en la lesión de Mallía. “No entiendo cómo terminamos jugando con 14 y ellos con 15”, añadió. Contepomi subrayó la importancia de la autocrítica en el deporte, señalando que después de causar una lesión, al menos se debería ofrecer una disculpa. “Pero hizo todo lo contrario”, lamentó.

La tensión aumentó después del partido, cuando Contepomi relató que Curry se acercó a él en el túnel y lo golpeó, un gesto que interpretó como provocación. “Tengo 48 años. Probablemente, sea parte de su naturaleza intimidar a la gente”, comentó. El entrenador argentino describió el contacto como un “manotazo” y cuestionó la cultura del rugby que permite este tipo de comportamientos.

Por su parte, el entrenador inglés Steve Borthwick defendió a Curry, afirmando que su carácter es “impecable” y que es un “jugador de equipo fantástico y muy respetuoso”.

Este episodio ha puesto de relieve las tensiones que pueden surgir en el rugby, un deporte conocido por su intensidad y competitividad. La situación también plantea preguntas sobre la conducta y el respeto entre los jugadores, así como sobre la aplicación de las reglas y la tecnología en el deporte. La controversia continúa mientras ambos equipos reflexionan sobre el incidente y sus implicaciones en el futuro del rugby.