Una joven de Medellín vivió once días de terror después de aceptar viajar a Ecuador con un hombre al que había conocido en una discoteca de la ciudad a finales de octubre. Lo que inició como una relación aparentemente cercana terminó convirtiéndose en un caso de secuestro que activó una operación internacional entre las autoridades de Colombia y Ecuador.

Según la investigación, la mujer mantuvo contacto con el hombre tras coincidir en un establecimiento nocturno en Medellín. La relación avanzó rápidamente y, para el 7 de noviembre, ambos viajaron a Quito. Sin embargo, al llegar a un hotel de la capital ecuatoriana, el comportamiento del individuo cambió por completo: la privó de su libertad, la amenazó, la intimidó y la obligó a sostener relaciones sexuales.

Durante once días estuvo rete

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