El aumento de las temperaturas medias en casi toda la región ha intensificado la exposición de la población a episodios de calor extremo. Este incremento no solo afecta a quienes viven en grandes ciudades, sino también a comunidades rurales donde la capacidad de adaptación es menor y los sistemas de alerta son insuficientes. La consecuencia es un crecimiento sostenido de enfermedades, estrés térmico y mortalidad asociada al calor, señala NexCiencia . Un riguroso informe internacional alertó que en apenas dos décadas se duplicó la mortalidad relacionada con el calor en América Latina. Y calcula que 13 mil personas por año fallecen por esa causa .

Los grupos más vulnerables, como bebés y adultos mayores, enfrentan riesgos crecientes debido a la mayor frecuencia e intensidad de olas

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