Hay momentos en la vida pública que dejan ver con claridad el tipo de sociedad que estamos construyendo. Lo ocurrido recientemente en la Laguna Chacmuchuch es uno de ellos.
De un lado, vecinas y vecinos que denunciaron tiraderos clandestinos, quemas e invasiones para proteger un ecosistema que sienten suyo.
Del otro, quienes deciden arrojar sus residuos y sus escombros en un cuerpo de agua vivo, como si la naturaleza fuera un vertedero sin límites.
Estas dos actitudes no solo describen comportamientos: describen visiones éticas profundas sobre el territorio.
La conciencia del hogar compartido
Quienes denunciaron actuaron desde una convicción elemental: la laguna no es de nadie y es de todos a la vez. Es hogar, no recurso; herencia, no mercancía. Esa es la esencia de la Sostenibilidad

QUINTANA ROO HOY

El PAÍS América
OKDIARIO Estados Unidos
48 Hills
AmoMama
New York Post
CBS News
The List
The Daily Beast
Sweetwater Now