Cuando Sebastián Botero regresó al DIM – equipo de sus amores, en el que jugó siendo profesional – , hubo dudas. Venía como mano derecha de Federico Spada para dirigir el proyecto deportivo de las divisiones menores del cuadro rojo. Hubo muchas dudas. Se pensaba que el proceso no tendría éxito. Sobre todo porque trajeron cambios a los que no estaban acostumbrados quienes trabajan en el club.

Sin embargo, con su llegada y la de Francisco Nájera, Felipe Santos (sub-15 y sub-17) y Simón Marulanda, quienes han tomado la batuta de las inferiores, el Medellín ha consolidado un proceso de scouting, así como de consolidación de metodología de entrenamiento e idea de juego común para todas las categorías, que los ha llevado a conseguir títulos que no tenía en sus vitrinas.

En 2024 gan

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