La escasez de agua potable en el municipio Caroní se ha convertido en un problema crítico para los residentes. En el sector Ventuari, en Puerto Ordaz, los habitantes denuncian fallas graves en el suministro. La situación ha hecho que tareas cotidianas, como cocinar y limpiar, se transformen en un verdadero desafío.

Los vecinos informan que el agua solo llega de dos a tres veces por semana, y generalmente en horas de la madrugada. Un residente compartió su experiencia: “Mi esposa se levanta a eso de las 4:00 de la mañana para poder hacer las labores diarias, y ya a las 6:00 se va”.

Además, los habitantes han señalado que el agua que reciben es de mala calidad, describiéndola como “sucia y putrefacta”, con un olor y color que la hacen inservible para el consumo humano y para la higiene. Aseguran que solo pueden almacenar el agua por dos días, ya que el olor se vuelve insoportable.

Debido a estas condiciones insalubres, muchos residentes se ven obligados a comprar agua en botellones para poder cocinar e ingerir. Los costos son elevados, llegando a gastar hasta 1.080 bolívares semanalmente, ya que el precio de un botellón oscila alrededor de 100 bolívares, dependiendo del lugar de compra.

Los problemas de suministro se han agravado por conexiones irregulares realizadas por comerciantes en la tubería matriz. Los residentes han mostrado preocupación por las fugas en la zona trasera de los comercios en la vía principal de Unare, así como fisuras en la tubería matriz. Un vocero de la comunidad expresó: “Es un acto de irresponsabilidad y egoísmo que nos está dejando secos”.

Ante esta crítica situación, la comunidad de Ventuari hace un llamado urgente a las autoridades competentes, especialmente a la Hidrológica de Bolívar, para que realicen una inspección y garanticen un suministro de agua constante y suficiente para todos los hogares del sector.