Ciudad del Vaticano, 25 nov (EFE).- Hace 1.700 años unos trescientos miembros de iglesias cristianas se reunieron en Nicea convocados por el emperador Constantino. Fue el primer concilio de la historia de la Cristiandad y su objetivo no era otro que unificar posiciones y sentar bases dogmáticas de la “nueva” religión, como el Credo Niceo, que se sigue pronunciando desde entonces como profesión de fe.

Paradójicamente, el entonces papa de Roma, Silvestre I, no pudo acudir a Nicea por su avanzada edad y tuvo que enviar a dos emisarios de confianza. Pero 1.700 años después León XIV sí estará presente en la actual Iznik (noroeste de Turquía) en su primer viaje internacional que emprenderá este jueves a Turquía y Líbano.

El decano de Teología de la Universidad de la Santa Cruz de Roma, Giulio

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